domingo, 22 de junio de 2008

Aristóteles ( 384-322 A.C)


Los grandes maestros tienen grandes discípulos, y los buenos discípulos nunca son totalmente leales a sus maestros, tienden a cuestionarlos, a criticarlos. Así, Platón contó en la Academia con un discípulo que reformuló sus ideas y las llevó a otros planos del saber. Se trata de uno de los más grandes e influyentes sabios de la cultura occidental: Aristóteles.
Al contrario de Platón, Aristóteles tuvo un acercamiento mayor con la naturaleza. Como hijo de un reconocido médico, tuvo oportunidad de observar concretamente la vida y sus cambios. Aristóteles, en efecto, fue un connotado biólogo, observador de las especies vegetales y animales. Su atención entonces no estaba en las alturas, en la luminosidad del sol, sino en el mundo más cercano, el que se percibe con los sentidos.
Al contrario de Platón, los sentidos eran para Aristóteles el punto de apoyo de todo conocimiento. Ahora bien, ello no indica que Aristóteles dejara de lado el saber acerca del ser de las cosas, o de los principios. No. Aristóteles trata, en efecto, de construir una filosofía que pueda dar cuenta de las observaciones concretas y particulares que él hacía. A grandes rasgos podemos resumir su pensamiento más estrictamente filosófico en los siguientes puntos:
1 Sustancia y accidentes: Aristóteles no daba total crédito al mundo de las ideas que proponía Platón. No podía ser que éste mundo descansara en sus explicaciones en un mundo del cual no podíamos saber nada, que no podíamos observar. Al contrario, aquello eterno, inmutable que da el ser a las cosas debe estar efectivamente en las cosas particulares, cambiantes. Aristóteles señala entonces que hay dos maneras de ser; uno es el modo de ser de la sustancia, y el otro el modo de ser de los accidentes.
Sustancia es aquello que no necesita de otro para ser, que se sostiene a sí mismo de forma independiente. Es la esencia o las cualidades específicas de las cosas, que hacen que un ciruelo sea ciruelo y no naranjo, por ejemplo, o que una mesa sea tal y no una silla. Todas las cosas del mundo tienen o poseen entonces una sustancia que las hace ser. Sin embargo, las cosas tienen también accidentes, los cuales tienen otro modo de ser.
Los accidentes son aquellas cosas que distinguen a un particular de otro particular y que necesitan de una sustancia para existir. En el caso de la mesa, su color, su tamaño y sus distintivos, son accidentes, y como tales son contingentes, vale decir, pueden estar o no estar. El tamaño de un ciruelo no hace que sea o no ciruelo. Es importante destacar que sustancia y accidentes se dan simultáneamente, o dicho de otra forma, lo universal y necesario no existe sin lo particular y contingente.
2 Materia y Forma: Toda sustancia posee una materia, que es de lo que está hecha la cosa. La forma, por el contrario, es su ley estructural, su diseño, su organización. La madera, en efecto, como materia puede estar formada como mesa o como silla.
3 Acto y Potencia: Según la sustancia, las cosas tendrán ciertas posibilidades. Podrán cambiar, pero no cambiar de manera indeterminada. Un huevo, puede llegar a ser un pollo, pero no una mesa, ni siquiera un pato. Así mismo, la madera nunca podrá ser una gallina. El acto se refiere entonces a lo que la cosa es actualmente, ahora. Por el contrario, la potencia se refiere a las cosas que no son, pero que son posibles para dicha sustancia.
Aristóteles se vale de estas distinciones para explicar los cambios. Como vemos, aun está preocupado por las cosas que dejan de ser, por lo que deja de existir.
Sobre el conocimiento y la realidad: Para Platón, el ser humano no podía conocer la realidad con los sentidos; estaba prisionero de las apariencias, de las sombras. En cambio, para Aristóteles, el único mundo que existe es éste mundo inmanente. Podemos entonces conocer lo que existe, conocer la realidad. Hay posibilidad de que la razón encuentre la verdad. No obstante, al igual que Platón, para Aristóteles la ciencia, el conocimiento de las causas, el conocimiento verdadero, sólo es posible haciendo abstracción de lo contingente y quedándose con lo universal y necesario, operación que hace nuestro intelecto y cuyo resultado es el concepto.

lunes, 9 de junio de 2008

Platón ( 427-347 A.C)


Platón es un discípulo de Sócrates. Es un dato importante si consideramos que el filósofo condenado a muerte dedicó buena parte de su trabajo a tratar de establecer la verdad de cómo debía comportarse el hombre de la polis. A Sócrates le interesaba lo que era, por ejemplo, la justicia, no según como la considerase cada cual, sino como era EN SÍ. Le interesaba la verdad, y no lo que los hombres pudieran opinar sobre ella.
De la misma manera podemos decir que Platón sigue una senda en la que trata de buscar lo que son las cosas y cómo son las cosas, lo que las hace ser estables y no lo que las hace cambiar. Como a los presocráticos, les interesaba el SER de las cosas y le impresionaba el cambio. Decimos entonces que Platón desarrolla una teoría ONTOLÓGICA, vale decir que se preocupa por el ser de las cosas. Además, a ello se agrega una teoría del conocimiento o GNOSEOLOGÍA, ya que de la misma forma plantea cómo conocemos los seres humanos.
En la Alegoría de la caverna, Platón entrega de manera metafórica lo que son las bases de su planteamiento. En principio los seres humanos somos prisioneros de nuestro conocimiento sensible. Los sentidos nos permiten movernos con cierta comodidad en un mundo que es, sin embargo, cambiante. Y en tanto que el mundo sensible es cambiante, para Platón es un mundo aparente, un mundo de sombras, de cosas que parecen ser pero que no entregan ninguna garantía de estabilidad. De éste mundo que deja de ser no podemos tener un conocimiento CIERTO, verdadero, tan solo podemos tener OPINIÓN, o DOXA como decían los griegos.
Sin embargo, lo que le da el ser, la estabilidad, a las cosas es su IDEA. La idea es como el molde o modelo según el cual “son hechas” las cosas. La idea de la cosa es lo verdaderamente existente, lo que realmente es. Las cosas sensibles e individuales reciben su ser de la idea, que es por tanto, universal, inmutable y perfecta.
De ésta forma, por ejemplo, todos los caballos son iguales. Sabemos que no lo son exactamente, pero que hay algo en cada uno de ellos que hace que sea también nombrado como caballo. Eso es la idea.
Para Platón las ideas pueden ser conocidas por el ser humano. Sólo el conocimiento de las ideas es el verdaderamente cierto, realmente verdadero y cierto, a tal punto que representa una ascensión, una liberación desde la caverna de los sentidos hasta la luminosidad del intelecto y la razón.
La reminiscencia.
Según esta teoría, el conocimiento verdadero del hombre, la ascensión desde la caverna hasta la luz, es posible porque el alma del ser humano - que es en buena parte racional - habitaba el mundo de las ideas desde mucho antes de encarnarse en el cuerpo individual: vale decir, antes de estar dentro del cuerpo, el alma del hombre ya conocía las ideas de las cosas, lo realmente existente. Por esta razón, para Platón, más que conocimiento, hay re-conocimiento, o sea recuerdos de lo que ya se sabía.
Pero no todos los seres humanos logran idealizarse, no todos logran su liberación y huída de la caverna. Muchos no logran darse cuenta de que habitan un mundo de apariencias y sombras, y se quedan aferrados a lo que les ofrece su cuerpo.
De seguro, también Platón piensa en su maestro Sócrates, quien regresó a las profundidades de la polis para enseñar a la gente la real sabiduría y fue, sin embargo, finalmente rechazado y castigado por sus semejantes.

lunes, 28 de abril de 2008

domingo, 20 de abril de 2008

Sócrates, el que no escribe.470-399 A.C


Muchos autores concuerdan en que Sócrates marca una etapa dentro de la historia de la filosofía occidental. Con el ateniense se inicia una cierta tradición que puede extenderse hasta Platón y Aristóteles, y desde ahí a toda la cultura de occidente. Son muy interesantes los diferentes aspectos que podemos abordar de éste filósofo, sin embargo, para nuestras intenciones deberemos restringirnos sólo a algunos de ellos. Primeramente debemos tener claro que la figura de Sócrates está siempre rodeada de un aura de misterio, ya que no se posee escrito alguno del filósofo. Sócrates no escribía, por lo tanto, lo que sabemos de su pensamiento nos llega a través de los testimonios de Jenofonte, Aristóteles y principalmente de Platón. Esto nos lleva a la pregunta: ¿Si Sócrates no escribía, qué era lo que hacía? ¿Por qué lo llamamos filósofo? La respuesta a ésta interrogante va a ser gran parte lo que sabremos de él. Sócrates fue una persona que se opuso tanto a la ignorancia popular como al pseudoconocimiento de aquellos que se decían sabios, y que eran llamados sofistas. En una ciudad en que la conversación y discusión pública eran parte fundamental de la democracia, Sócrates intervenía en las plazas, ágoras y asambleas para dialogar con la gente que se suponía sabia. Sin embargo, no tardó en darse cuenta de que en realidad muchos decían saber más de lo que en realidad sabían, y que el camino para buscar el saber era arduo. Por lo tanto, en sus conversaciones Sócrates tiene un doble objetivo: frente a la arrogancia sofística, Sócrates hacía notar lo erróneo e inestable de su saber, para ello recurre frecuentemente a la ironía. Por otra parte, Sócrates desde el reconocimiento de su ignorancia intenta buscar una cierta verdad, o un cierto concepto universal. Con éste fin desarrolla un método que es denominado “dialéctica”, que a su vez se vale de la “mayéutica”, que consistía en hábiles preguntas que lograban iluminar el entendimiento de sus interlocutores. La dialéctica significa así una búsqueda de la verdad basada en el diálogo, sin embargo, debemos recalcar que dicha búsqueda no se realiza si no primero se constata la ignorancia de nuestros conocimientos.
El rechazo de un cierto relativismo llevó a Sócrates al intento de una definición universal de las cosas en cuestión: Por ejemplo, si decimos de una persona que es valiente, será porque tenemos alguna noción de lo que es la valentía, y esa noción puede ser entendida y compartida por todas las personas. La pregunta que estará implicada en todos los diálogos socráticos, y que Platón tendrá en cuenta, es ¿qué es X?. A través de esa pregunta Sócrates supone que las personas podrán dialogar y llegar a saber y por tanto conducirse mejor dentro de la ciudad.Éste último punto nos pone frente a otro tema fundamental: con Sócrates la filosofía toma un carácter de orden práctico. La intención de Sócrates es práctica por sobre todas las cosas. Se trata de descubrir un conocimiento que sirva para vivir. Con Sócrates la filosofía se vuelve ética, y el conocimiento un medio para la acción. Para el filósofo, el pensamiento ya no debe ocuparse de las cosas divinas o de la physis, como lo hicieran muchos de sus predecesores, sino de cosas humanas, y dentro de éstas de las que constituyan su virtud o naturaleza.

lunes, 24 de marzo de 2008

Anaximandro y el caos


Guía de Filosofía: Anaximandro de Mileto (610-546 A.C)

En este texto nos centraremos principalmente en los aspectos teóricos de Anaximandro, por lo que omitiremos lo relativo a su biografía. Podemos dividir sus ideas en Cosmológicas y Filosóficas. A pesar de que nos interesan las segundas, veremos algunas ideas Cosmológicas que nos pueden interesar ya que son el correlato de su pensamiento filosófico.Mencionamos:
I La tierra se encuentra situada en el centro del universo y no es sostenida por nada.
II Los cuerpos celestiales son círculos de fuego envueltos por aire.
III Todos los seres vivos nacieron de la humedad al evaporarse por el sol. El hombre era, en un comienzo, como un pez (o bien estaba encerrado en un pez).

Ideas Filosóficas:
Para ello es indispensable conocer el fragmento que nos llega a través de Simplicio
“…el principio… de los entes… no es el agua ni otro alguno de los así llamados elementos, sino cierta physis, otra e ilimitada (ápeiron), de la que vienen a ser todos los cielos y los mundos en ellos. De donde es para los entes la génesis, allí mismo se produce la disolución de acuerdo a la necesidad, pues se dan reparación y satisfacción los unos a los otros por su injusticia, según el orden del tiempo.”
Lo primero que debemos tener claro en éstas líneas es que Anaximandro ocupa la palabra principio para referirse a la physis. El principio nos dice que la physis es el “de donde”, se refiere al origen. La physis es caracterizada como ilimitada, como in-finita. No es ninguno de los elementos, por sobre todo no es el agua de Tales, es otra physis. Lo ilimitado es un adjetivo que adquiere peso de sustantivo para Anaximandro: La physis misma es LO ILIMITADO.
Ahora bien, para la mentalidad griega, lo ilimitado, lo que no tiene límites (peras), el ápeiron, es algo inconcebible, algo que causa cierto horror. Para el mundo griego, el universo es un Kosmos, vale decir algo ordenado que es a la vez bello, y que es bello porque tiene límites que lo ordenan. La physis de Anaximandro parece contraponerse a la idea de Kosmos, más bien parece integrar una idea que representa la oscuridad y la potencia; el Kaos.
Al ser la physis lo ilimitado, carece de todo orden, de toda medida, es una fuerza confusa sin forma alguna. Pura potencia puesto que de allí surge todo lo que es. Para Anaximandro es este Kaos el que antecede al orden del Kosmos.
Reiteramos que ésta idea de kaos representa en Grecia algo monstruoso, inconcebible, por tanto, al igual que en Tales, Anaximadro tiene que haberla “importado” de otros pueblos. Tras algunas investigaciones, hoy sabemos que estas ideas estaban presentes en algunos pueblos Fenicios que a su vez las habían extraído de mitos Hititas que datan del siglo XV A. C. Es probable que en sus viajes, Anaximadro las haya conocido.
Uno de éstos mitos, nos dice lo siguiente:
Mito Sankhunjaton:
“como principio de todas las cosas el aire oscuro y ventoso o el soplo del aire tenebroso y el caos turbio, nocturno; y (decía) que éstos eran ilimitados y que por muchos siglos no tenían limites…”
Como podemos ver, éste mito nos habla del principio, nos habla del caos, del aire y el viento – que está presente también en las ideas cosmológicas – y además pone todo eso en relación con lo ilimitado.
Por otra parte, si atendemos a la segunda parte del fragmento de Anaximadro, desde donde dice “…De donde es para los entes la génesis…” vemos que hace alusión a los entes, a lo que es. El sustantivo ente se predica de todo lo que es, todas las cosas son entes, tantos vivas como no vivas, tangibles o intangibles, presentes, pasadas, futuras. Cuando nos referimos a los entes hablamos de la totalidad de cosas no sólo hoy, no solo lo que podemos ver. Una piedra es un ente, también un proceso, un ideal, todo.
Pues bien, en el texto Anaximandro trata de decirnos que las cosas cambian, que, a pesar de ser entes, también dejan de ser. A cada momento unas cosas vienen a la presencia y otras se retiran de la presencia, se vuelven ausentes. La totalidad es cambiante. Por ello las cosas se encuentran des-ajustadas, de ahí viene la expresión in-justicia del texto. Las cosas están desajustadas en relación a la physis que siempre es. Los entes se hallan en constante desajuste al dejar de ser, en relación a lo que siempre es, vale decir la physis.
Durante todo el tiempo, los entes tratan de irse ajustando, unos vienen al ser y otros se retiran, ello es necesario. Sin embargo todos surgen y vuelven al “lugar” que les da el ser, el lugar de donde todo surge, lo ILIMITADO.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Tales y el origen la de filosofía griega


Guía de Filosofía: Tales de Mileto (624-546 A.C)

En la presente guía nos centraremos principalmente en las ideas filosóficas de Tales, lo que sin embargo, no deja de ser injusto ya que la obra del pensador tiene también importantes aportes a la matemática, además de enriquecedores matices prácticos en astronomía, ingeniería e incluso política. Pese a lo anterior, debemos recordar que Tales es quien inicia, en matemáticas, un trato pensante con los números, vale decir como dotados de consistencia propia. Más allá de la utilización que podía darle al cálculo, es capaz de hacer abstracción de sus eventualidades y descubrir sus propiedades, es decir, su modo permanente de comportarse. Tales es pues, quien establece el procedimiento de la demostración.

Ideas Filosóficas:

Se le atribuyen cuatro sentencias:
1) La tierra reposa sobre el agua
2) El agua es el origen de todas las cosas
3) Todo está lleno de dioses
4) El imán está animado y por eso atrae las partículas.

En primer lugar, se considera que con Tales se inicia la filosofía ya que pregunta por: a) el origen; por el principio, el de dónde surgen las cosas. Además se pregunta por b) todas las cosas; que posteriormente será el origen de todo lo ente.
Para Tales, el origen de todo es el agua, sin embargo, no es el agua común, sino que es un agua sobre la cual reposa la tierra. Ello plantea un problema ya que para el mundo griego, contemporáneo de Tales, era imposible concebir que la tierra reposara sobre el agua. En efecto, en la mitología griega, el Océano es hijo de Gaia, la tierra.
Sin embargo, sabemos que Tales fue un gran navegante, y a la vez viajero. Tuvo contacto con los mitos egipcios y babilónicos en los cuales el agua tiene el mismo protagonismo que en las ideas que postula. La influencia de dichos mitos es decisiva en su pensamiento. ¿Qué es entonces lo nuevo y filosófico en Tales, aquello por lo cual se le considera el iniciador de la filosofía?
Los mitos egipcios y babilónicos expresaban una cosmogonía, vale decir, un origen del cosmos, que daba respuesta a la pregunta por el origen del universo. Ahora bien, el mito es un relato de venerable antigüedad que se acepta por autoridad. Es un acontecer del mundo de los dioses en que las cosas del mundo son interpretadas como expresión de los poderes divinos.
Lo original en Tales es, por tanto, su opción frente al mito. Por tradición, los mitos son parte fundamental de las culturas, de manera que no se eligen. Se vive el mito. Por el contrario Tales opta por un mito que no es el suyo, y de esta forma busca un comienzo nuevo. Además Tales no acepta el mito por autoridad sino que lo in-vestiga, no entiende las cosas como poderes divinos sino por ellas mismas, tal como lo hizo con los números y sus propiedades.
Así, lo que las cosas son, lo que todas las cosas son puede ser descubierto por el pensamiento. Tales piensa cada cosa por separado, alejada del mito, como algo en sí mismo. A la vez ofrece su pensamiento para ser discutido, analizado.
Eso es lo verdaderamente filosófico en Tales; mientras que el mito implica tradición y permanencia, la filosofía señala cambio y libertad.



Los Pre-socráticos y la Physis.

Tales de Mileto, es el primero de los filósofos pre-socráticos, cuya característica es la de preguntarse y filosofar en torno a la physis, palabra que viene del verbo phyo que significa brotar, y que alude a un tipo de naturaleza que es origen de todas las cosas y a la vez el fin de todas las cosas, y cuyo modo de ser es inmutable, eterno, sin origen ni final, siempre siendo. Por el contrario, se encuentra también el modo de ser de las cosas que tienen un comienzo, un final y cambian siempre; son y dejan de ser.
Para Tales esta physis, como ya señalamos, es el agua, la misma a la que se referían los mitos babilónicos que conoció.

Adentrándonos un poco más en esta idea de physis, debemos decir que es aquello primero de donde todo procede, y cuando decimos todo, es sin excepción, no sólo los entes naturales sino también las acciones humanas, las ciudades, los dioses, las ideas, etc. Además la physis es aquello último donde se disuelve y desaparece la totalidad de las cosas cuando dejan de ser. La physis es el origen y el fin.
Las cosas o entes, nacen, mueren, crecen, decrecen, cambian de color y otras cualidades. La physis no, permanece siempre igual, sin dejar de ser nunca.
Por último, la physis es aquello que constituye a todas las cosas, dándoles su ser, fundamentándolas en su existencia y ser mismo.